El Everton pinta la cara a Guardiola (4-0)

El Manchester City de Pep Guardiola ha sido vapuleado en Goodison Park. Sí, su verdugo ha sido un viejo conocido para el entrenador español, su ex compañero, Ronald Koeman que, con su Everton, ha conseguido parar el ataque de los de Mánchester y asestar certeros golpes saliendo a la contra y aprovechando los fallos en la salida de balón de los ‘citizen’.

El juego del City ha sido lento, previsible, horizontal, sin magia ni imaginación y sin intensidad defensiva por lo que cada robo del Everton se convertía en opción clara de gol a poco que acertasen en el último pase. Y ocurrió a la media hora de partido, con Lukaku como protagonista principal haciendo el primero con un disparo con la zurda que cogió a contrapié a Claudio Bravo.

Pero lo peor para Guardiola estaba por venir. Tras el descanso, llegó el vendaval. El Everton zarandeó al City en cada ataque sin recibir respuesta por parte de los de Mánchester que, por momentos, se vieron superados y sin ideas para contrarrestar el juego directo y eficaz de los de Koeman. Tras la reanudación Mirallas hizo el segundo, noqueando a Silva y cía que, tras recibir el segundo gol, intentó poner orden en el ataque de los suyos, sin mucho éxito.

Cuando el City parecía dominar y volvió a cogerle el pulso al partido, llegó el tercero, de Davies, cerca del 80. Una jugada vertiginosa y llena de calidad que bien puede servir como definición gráfica de lo que eran los dos equipos: el City, impasible, noqueado; el Everton, certero. Y así hasta que llegó el cuarto en el descuento tras un error defensivo que aprovechó Lookman para cerrar la goleada.

Es uno de los peores resultados cosechados por Guardiola desde que comenzó su carrera como entrenador. Este 4-0 en Goodison Park se une al que recibió en el Allianz Arena -cuando entrenaba al Bayern de Múnich- contra el Real Madrid en semifinales de Champions y al encajado esta misma temporada en el Camp Nou, ante su ex equipo, también en la máxima competición europea.

Guardiola estaba desbordado en el banquillo, impotente. Su equipo no era capaz ni de crear ni de contener, solo de mover la pelota de un lado a otro en zonas de mínimo riesgo para el rival. No acaba de dar con la tecla en el City y sus primeros meses en la Premier están siendo una pesadilla. Tras esta goleada se queda con 42 puntos, a diez del Chelsea líder, que no afloja. Los de Guardiola marchan quintos, fuera de los puestos Champions.